-Debe ser extraño, estar parado desnudo, es como estar completamente ¡Desarmado!- Jaime suena muy virginal.
- Desarmado no, porque puedes tener la espada en la mano.- Carlos sonrie.
Jaime prepara pasta y abusa del orégano. Empieza la noche y ya con un par de copas encima nos acostamos, dormimos un rato.
Me da risa imaginar que en 20 años ellos serán los principales líderes de opinión en México y que algún día en su juventud los escuché decir semejantes burradas como cualquier niño común. Voy a extrañar a este par de excentricas personalidades.
Carlos Rangel y Jaime Díaz
grandiosa anécdota!
ResponderEliminarmuy acorde con la foto jajaja