viernes, 12 de noviembre de 2010
Ferus Noctis
Mis ojeras se llenan de ti. Una bestia fatigada y hambrienta crece dentro, y no puedo evitar el deseo de lamerte. Tus caderas y costillas bien salidas ¡Qué ganas dan! Me siento perversa y tù luces fresca. Volvàmonos animales salvajes; eroticemos la noche erizando su piel de estrellas que ya titilan vouyeristas, encendidas por el morbo que causa el roce de nuestras entrepiernas. Deja caer tus ropas en decadencia al ritmo de la respiraciòn impaciente, mientras el labial se corre de nuestras bocas sedientas. Desgarrando suave y firmenete la dermis de tu espalda, mientras los colmillos se clavan en mi clavícula pronunciada y femenina. Alucinando gracias a licantropía, nos invade el deseo que lucha contra nuestra supervivencia. Pasan las horas sombrías, bañadas de luna llena hasta que sale el rey sol y le pone alto a las pasiones primarias. Logramos amanecer, màs nuetros cuerpos heridos, mutilados y saciados de placer no volverán a ser los mismos.
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