jueves, 2 de febrero de 2012
Ven
Y llegas a mí, musa violada, ultrajada por las manos, ojos y lenguas de quienes te toquetearon, te hablaron y te leyeron sin respeto. Te quisieron interpretar y fallaron, solo te manosearon; eras fruta dulce y fresca, más te dejaron tirada en el pasillo del mercado. No te llevaron, ni te pagaron. Abusaron de tus versos, de tus renglones rectos y los volvieron curvos. Te faltaron, asaltaron, masticaron. Te han dañado, en lo más personal, tu pecho deshojaron, las pastas abiertas dejaron. Te confundieron con semanario barato, se equivocaron y te abandonaron. Sangrante de cuentos y poemas. Apenas palpitando cacofonías, fonemas débiles. Con tu vestido de letras desgarrado enseñando parte del muslo tatuado con ritmos, cautivando-me a que te viole de nuevo. A que te lea y me lleve lo poco nuevo.
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