Jona se mete a la regadera a regaña dientes, después de mirar el calendario que cuelga del refrigerador y notar que se aproxima la fecha límite para pagar la renta, con tres meses de atraso, teme ser despojado del único cuarto rentable donde le han soportado de todo. No espera que el agua termine de calentar cuando prácticamente ha concluido su baño semanal. Sin mayor preludio se lanza a las calles con su cámara en busca de algún evento extraordinario que fotografiar y poder vender semejantes imágenes a una revista local sin mucho presupuesto. Prende un cigarro y balbucea "Idiota, esto te ganas por no estudiar" avienta el cerillo que cae en el lomo de un perro que gime y huye asustado.
lunes, 2 de abril de 2012
Plan 88 (Primera parte)
Mientras el Señor Garay le da la vuelta a la manzana de la colonia centro mirando en dirección a la cafetería desde su carro austero y poco perceptible; Nancy sirve café expreso e ignora ser observada, como lo ha sido cada mañana durante los últimos dos años. La vida citadina es tan compleja que llega a ser confuso lo que debe, es y pudiera ser. Mientras, a unos kilómetros del evento cotidiano pero sumamente importante de la vida del señor Garay, se despierta Jonathan, un fotógrafo mediocre más corriente que común. Sediento y apestoso, Jona (como se hace llamar entre sus pocos amigos y compañeros de trabajo) vive lo que él cataloga como una de sus peores resacas matutinas.
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