lunes, 31 de agosto de 2009

Pienso

Pienso... Que la mayoría de la gente nace estupida y crean placebos como la televisión para justificar su ineptitud de adaptación social como un síntoma de esquizofrenia masiva.
Siento... Que soy una pelusa flotante, una burbuja perseguida por un niñito, una bomba de chicle a punto de reventar, una nube que pasa sobre una ciudad y que pocos se detienen a observar y todavía menos le encuentran forma de algo.
Creo... Que el mundo siempre ha sido igual, que el antes nunca fue mejor, creo en un equilibrio enfermo, que la muerte es el fin y el único destino cierto sin margen de error, en la madre naturaleza pendeja que si fuera sabía sus hijos no sufrirían tanto dolor.

Lo bueno es que estoy loca.

sábado, 22 de agosto de 2009

Ya lo viví




A falta de inspiración mejor pongo algo que escribir hace años:




Tus ojos se dilatan al tiempo que tu corazón palpita. Cada latido se siente más fuerte. Escuchas el paso de tu sangre, tus manos aferradas, mente cerrada. No quieres respirar porque la vida se te escapa, suspiros reprimidos en odio, un alma desgarrada, lagrimas ahogadas en tus angustias. Sesenta escarabajos por minuto caminan por tu espalda, la fila es larga, la espera aun peor y te acongoja, sigues enterrado bajo una roca que no te deja avanzar porque le perteneces. El eco es cada vez más fuerte y el sueño te traga. Tu cuerpo tieso más pesado que nunca y lo más curioso es que tú ni siquiera te das cuenta de que la cabina ha perdido presión elevándote aun más. ¿Y qué sigue? No puedes hablar pues las arañas ya han tejido en tu garganta. Cuando estás durmiendo, comiendo, corriendo, huyendo, mintiendo, amando... ¿en algún momento pensaste en sentirte así? ¿Y por qué depender de alguien o de alguna sustancia? ¿Cómo puede ser tan malo algo que te hace sentir tan bien? ¿Para que sentiste tantos celos? ¡Si al final te das cuenta de que no era tuyo! La ira te carga y gusanos carroñeros se comen tus entrañas, el arrepentimiento es causa de burla mientras mueres revolcado, aplastado por rinocerontes ciegos que te ignoran. ¿Por qué sientes terror? ¿Es tan real la culpa que no puedes encubrirla? Pero aun así tratas de dar explicaciones que no son más que excusas por tus malas intenciones, gritas... ¿cuántas veces no deseaste que le pasara algo, que no llegara, que no ocurriera, que sufriera, que le doliera? pero quien te juzga es una víbora no solo sorda si no maldita y para aun más tu desgracia es justa. Te ha condenado por tus actos y sentimientos. Ya hacia el camino de los muertos millones de hormigas muerden la planta helada de tus pies en un sendero que parece no tener fin. Ya harto y asqueado llegas a casa de tu verdugo, grande, imponente, astuto y a la vez insignificante e idiota. El dolor es insoportable y nunca disminuye la intensidad. Pagas por tu necedad, necesidad, infidelidad...El verdugo no te deja de masticar. Nada te puede salvar ya y lo único que pienso es ¿de qué sirvió tanto amor? (Aunque no estoy muerta creo que ya lo viví.)