lunes, 6 de febrero de 2012

Quiero dormir

Un vapor que me quema las entrañas, las tripas me arden y se retuercen, mientras las palmas de mis manos congeladas tiemblan y se eriza la piel de mi nuca. Cierro los ojos, aprieto los puños y trato de no pensar, trato de relajar los hombros. Siento cada contractura de mi espalada, escucho el rechinar de mis dientes y tan solo después de percatarme de cuánto daño hace tu recuerdo a mi cuerpo es entonces que me libero. Abro los ojos, bajo los hombros, estiro las manos, respiro lento y profundo. Mi estómago se calma, mi boca sonríe. Quiero dormir en paz y no soñarte jamás.

jueves, 2 de febrero de 2012

Ven

Y llegas a mí, musa violada, ultrajada por las manos, ojos y lenguas de quienes te toquetearon, te hablaron y te leyeron sin respeto. Te quisieron interpretar y fallaron, solo te manosearon; eras fruta dulce y fresca, más te dejaron tirada en el pasillo del mercado. No te llevaron, ni te pagaron. Abusaron de tus versos, de tus renglones rectos y los volvieron curvos. Te faltaron, asaltaron, masticaron. Te han dañado, en lo más personal, tu pecho deshojaron, las pastas abiertas dejaron. Te confundieron con semanario barato, se equivocaron y te abandonaron. Sangrante de cuentos y poemas. Apenas palpitando cacofonías, fonemas débiles. Con tu vestido de letras desgarrado enseñando parte del muslo tatuado con ritmos, cautivando-me a que te viole de nuevo. A que te lea y me lleve lo poco nuevo.