jueves, 24 de septiembre de 2009

Carta a mi amado


Amado mio:


Me mantienes contigo a base de mentiras y de engaños. De falsas esperanzas y de promesas sin cumplir. De malos entendidos y rabietas. De celos y de venganza, de flores y serenatas, de fiestas y desveladas.

Amor de mi corazón, me tienes aquí para maldecirte, para humillarte, para escupirte y luego suplicarte. Para apoyarte y para odiarte. Para prepararte un buen mole. Para amarte hasta gritar, para vestirme galante y celebrarte con mi enajenada convicción de que eres, entre todos, el mejor.

Vida mia, sí mi vida es tuya y por ti, pero no para ti. Que en mi capricho y mis berrinches me he dedicado a castrarte. En el fondo ignoro si eres felíz pero tienes una sonrisa que llega de costa a costa.

Si bien, eres el anhelo de mi orgullo, un orgullo cancerígeno. Fumo y soplo el humo en tu cara, como manera de seducirte y dañarte. Tomo mezcal en tu memoria y brindo con alegría: vivas tú, vivan tus hijos que no tendré la fortuna de conocer.

Cariño, bienaventurado eres, basto agraciado pero menospreciado por quienes quieres.

¡Date a notar! Soy tuyo, tu amigo, amante-enemigo. Me tienes en tus entrañas, me tienes, me tienes. Pero que quede claro, que si posees todo de mí, no significa que lo merezcas.

Tú, amor de mi vida, educador de mi alma, padre de mi espíritu. Mientras te has dedicado a darme todo lo que tienes, yo he dedicado a explotarte.

Angelito que eres, que la subsistencia a tu lado tiene sabor a dulce de leche, a tamarindo, a mazapán, camote, palanquetas y caramelo.

A ti dedico más mis penas que mis glorias, porque glorias solo mías.

A ti mi México adorado, a ti mi país lindo... algún día alimentaré tu alma con mi cuerpo ya fermentado, porque por ti mi elemento tiene sabor a pulque curado.

Con toda mi devoción.

sábado, 19 de septiembre de 2009

Con Desprecio

Enterrando lo que no me sirve,
Enterrando lo que me pesa,

Enterrando el dolor,
Enterrando belleza.

Que lo que más me importa,
Si bien sabes no te interesa,
Que en tu memoria perfecta,
Cien ramos de rosas queman.

Enterrando palabras ebrias,
Enterrando sueños rotos,
Enterrando desvelos,
Enterrando nuestros abortos.


Que si fue ingenuidad,
Fue mi esquizofría,
Un templo que colapsará,
En tu asquerosa mediocridad.

Enterrando las sábanas,
Enterrando sollozos,
Enterrando el cadaver de mi orgullo,
Enterrando milagros.

Y sin más, voy enterrando,
Quemando lo que puedo,
Para que se pudra,
Para que alimente larvas.

Enterrando números,
Enterrando invisibles,
Enterrando tangibles,
Enterrando-Te mi desprecio.


* y hablando de larvas, que de ellas se llene tu corazón.

domingo, 13 de septiembre de 2009

Lalala...


- Amo la música, lo que provoca en mí, una experiencia multisensorial. Cada día, cada momento encaja perfecto con una canción. Pensar que la vida realemente tiene soundtrack.
- Los colores, en armonía y en contraste; Rosa, verde, azul, rojo, morado, amarillo, naranja, blanco, café, negro. La ropa, el maquillaje, los estilos extravagantes. Modificar una blusa, un suéter. Botones grandes.
- Cantar “Gracias a la vida” en la regadera mientras me pongo shampoo.
- Las gomitas de color rojo, mocha blanco frío con poco hielo y mucha vainilla, malteadas de chocolate. Palomitas con chamoy, ensalada de zanahoria con crema. Pay helado de limón Light.
- El cielo con nubes o desnudo, la lluvia fina y tupida. Caminar sobre pasto húmedo.
- Hablar por teléfono al mismo tiempo que veo TV, escucho música, hago tarea y platico por MSN.
- Ir leyendo en el metro y dejar de hacerlo para observar gente rara o situaciones únicas. Viajar en metro de la Cd. De México es una experiencia vital.
- El Tommy Girl que huele justo como soy.
- Cuando no sé si lo dije en voz alta o lo pensé.
- Usar tacones y poder brincar, bailar y correr, reír con mis amigas en el baño y decirnos todos los detalles que han pasado durante la fiesta, mientras nos retocamos el maquillaje y sacarnos fotos.
- Caminar en Reforma y observar la cantidad infinita de imágenes que quedarían perfectas en una fotografía.
- Pintarme las uñas de color uva, mientras veo las noticias.
- Tener frío, titiritar y atacarme de risa.
- Que una persona que yo considero inteligente me diga que soy muy inteligente.
- Los globos con helio, los arreglos florales, una sola rosa, chocolates finos, naturaleza muerta.
- Gritar de emoción cuando el chico que me gusta me llamó para invitarme a salir.
- Y después de gritar, en seguida pensar “¿qué me voy a poner?” aunque falte más de una semana pasa vernos.

- Definir mis gustos en la música gracias a lo que mi papá me ponía a escuchar cuando era pequeña: Police, Kiss, The Motels, The Pretenders, Robert Palmer, Rolling Stones, Elvis Presley, The Beach Boys, The Beatles, etc.
- Saber exactamente qué quiero que diga mi epitafio.
- Esconderme detrás de la puerta para asustar a mi hermanito de un año.
- Ver Fight Club y saberme los diálogos de cada escena.
- Las micheladas que están de moda.
- LSDiamonds, LSDian, LSDior, LSDance, LSDios
- Intercambiar miradas con alguien y saber que está pensando justamente lo mismo que yo.
- Siempre pierdo en las votaciones democráticas en mi casa contra mi papá y mi hermano: termino comiendo lo que a ellos se les antoja y viendo películas gringas de acción.
- La gente que es taaaaaaan estúpida que cree que tú eres más estúpido que ellos.
- Reir hasta llorar; Llorar hasta vomitar.
- Bailar durante horas encerrada en mi cuarto y pasarla igual de bien que si estuviera en un reven.
- Desobedecer a mi mamá en el super cuando tenía cuatro años, perderme y pensar que ya me habían dejado sola.
- Tener mil zapatos, mil bolsas, mil blusas, mil chamarras y usar siempre lo mismo; y todavía decir que me hace falta ropa.
-Perder cosas en mi cuarto y que aparezcan meses después.
- Ser niña :] y ser Ledesma.

domingo, 6 de septiembre de 2009

Sin deudas


El amor que te tuve… Me dejó en lo más roto. Con tu cara, tu olor, tu espalda, tus hombros, tu nuca, tu clavícula, iliacos y tobillos… definitivamente fue lo que más amé, lo que mas besé. Te pagué con amor cada vez que me dejaste tocarte. Te pagué con caricias y besos cada vez que me dejaste amarte. Te pagué con una canción cada vez que te robe inspiración, te pagué con una sonrisa cada vez que me miraste, te pagué con devoción todo el tiempo que me acompañaste.