jueves, 29 de marzo de 2012

No sé qué...

Distinguido ser:
Haga lo que tenga que hacer en el momento en el que lo sienta, no permita que cánones de conducta le indiquen cómo actuar. Ame con locura a quien le nazca amar, no deje que le digan cómo y cuándo a quién querer. Espere lo que crea que sea correcto esperar, no más no menos. Dése tiempo, respire. Ría a carcajadas, sin pena, que la gente reconozca su risa a distancia. No fume lo que no huele bien. Disfrute sin complejos ni ataduras. Baile, deje fluir esa respuesta del cuerpo al ritmo de la música. Bese como si de hacerlo dependiera la existencia del mañana. Despójese de cualquier trauma, recuerde que el cuerpo será comida de carroñeros. Pinte o escriba, de vez en cuando algo bueno ha de salir. Lea, piense, imagine, recuerde lo que vale la pena. Enamórese de un personaje ficticio. Admire a su pareja, virtuoso y defectuoso, asimílelo y ámelo, es real. Grabe en su mente las facciones de las personas que le rodean y son importantes, descríbalas para sí mismo, será más fácil y menos doloroso invocarlas cuando ya no estén. Tómese una fotografía con su mascota. No finja interés, nunca. Cuando abrace hágalo con el cuerpo completo y con los brazos estirados, con fuerza. Ore por los suyos, no por los otros. Coma con la boca cerrada. Si tiene ganas de llorar, piense si vale el motivo y si no es así, de todas maneras llore; no ganará nada al aguantarse. Si quiere estar con alguien, si está orgulloso de algo, si quiere lograr una meta, haga que se note. No se aferre a quien no se aferra a usted. Viva agradecido. Viva como mejor o peor le plazca, pero viva.

lunes, 26 de marzo de 2012

Magdalena

Soy Magdalena sin ropa, rezando a la altura de tus rodillas, implorando paz. Desnudo en la cama, recostado cual Cristo en su cruz, descansas y llenas de penas las glorias ajenas. Suave con los dedos desenredas mi cabello que cubre tu pelvis, mientras sollozo las penitencias que me impones con tu mirada, revelando poco a poco los pecados de los que me salvaste de ser juzgada, más en tu cuarto me has obligado a pagar por cada pensamiento impúdico que tuve de ti antes de conocerte. Sin evitar tu crucifixión, me revuelco en dolor de verte paciente esperando el final. Sin que tengas una idea de la falta que harás si te vas, cada lucubración afecta las entrañas, entripada suplico el perdón para que bajes de tu sacrificio y vuelvas a mi altar entero. Báñame a pedradas y castígame si quieres con indiferencia, pero quédate ahí para venerarte cual hijo de dios maldito. Bendice este ser que te añora con fervor, maldice la locura que me provoca ir a girar alrededor un mejor sol.

lunes, 5 de marzo de 2012

De dolores..

Un dolor en la cadera, al andar, al sentarme, al bailar, al cargar a mi bebé. Un dolor grave, caliente que se expande hacia delante, la pelvis. Que me deja mover poco y no permite recostarme. Encontrar la posición correcta para descansar es un arte. Mi cuerpo curvo y sus dolores, que lo cansan, que lo matan, que me vuelven lenta. Qué dolor más infeliz. Con movimiento de gata me acuesto sobre la cama, cierro los ojos y me preparo a dormir. Qué dolor más femenino.