sábado, 3 de octubre de 2009

Mal Atractivo cap. 1

Maite y Emiliano


*Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia.

Caminaba Maite, con la cabeza llena de apercepciones.
Era media tarde y el tiempo no daba margen, la lluvia salpicaba las ventabas, en medio de una trifulca demencial de sensaciones cuando todo parecía nublado, fue el primer intercambio de miradas.

Maite colmada de bendiciones rancias que se esfumaron y Emiliano sin noción de lo que pasaba.

En seguida fueron presentados, fue un saludo fugáz sin pretensiones. La platica se desenvolvió livianamente: reían, brindaban, suspiraban, planeaban. Así pasaban las horas y la reunión tuvo su momento auge.

Maite deshinibida por el vino soltaba bromas de humor umbrío, todos celebraban, mientras Emiliano arrojado casi a la euforia, ya percatado por completo de la maravillosa existencia de un espíritu inconsolable y pasional dentro de aquella aristócrata de personalidad ácida y explosiva.
Incluso su imagen tenía peculiaridades violentas: piel palidísima, cabello negro ondulado hasta la cintura, ojos de miel, labios carmín al igual que las uñas. Su atavío iba en tonos purpura y gris.

Era lindo observarla, ella hacía una burla mientras los demás botaban la carcajada, entonces tomaba su copa y le daba un sorbo, examinaba plácidamente el efecto de sus palabras y cuando su ojeada llegaba hasta Emiliano, entonces coqueteaba con un guíño.


Por otro lado, Maite se encontraba cautivada aunque dudosa. Él era atractivo, de sonrisa radiante, mirada pacífica, el movimiento involuntario de sus cejas era embaucador y más aun tenía unos labios que evaporaban los sesos. La manera en que aspiraba el cigarro era sugestiva y el humo emanba, envolviendola en una completa y saciada idiotez, además de tener un aroma apenas resistible que encajaba divino con su chamarra de piel.

Cuando los asistentes estaban a un punto intolerable de ebriedad comenzó el jolgorio. La música daba la pauta, la única que permanecía parada sin bailar era Maite. Fue la oportunidad perfecta, él se acercó, la tomo de la cintura con ritmo, ambos sonrieron y se unieron en coreografía. Paso a paso, la boca y naríz de Emiliano se posaron en el cuello femenino, acentuando la respiración con erotismo.

1 comentario:

  1. WOOOOOOOOOOOOOW!!!!! De de 10 mujer... Maite y Emiliano... Muy densa la historia, pero eso hace que me guste más... JEJEJE... BENDITO ALCOHOL...

    Un besote, cuidate mucho!!! TQMMMMMMM Saludos!!! Aprovechando que mi alma me permitió darme un paseo fuera de ella...

    PD: Tengo que hablar de algo que vi en tu blog, a ver si un día te hablo a tu casa o te veo en el MSN

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