sábado, 31 de julio de 2010

Palabra de niña

Me prometo no quererte, no amarte, mucho menos odiarte. Me prometo no sentirte y nada más pensarte, porque entre más se piensa menos se siente. No desearte, ni manipularte. Oírte a medias, hablarte un cuarto. Prometo tenerte en el corazón y no dejarte escalar a mi cabeza. Te dejaré bien encerrado, sin luz ni oxígeno a ver si te marchitas. En algún momento abriré las puertas para dejar al aire llevarse tu cadáver. Me prometo no velar en tu muerte, no te guardaré luto. No escribiré tu nombre en letras cursivas. Me juro jamás decirte que sí, ni aceptarte. No provocarte, ni lamentarte. No te invocaré ni en las noches más solitarias, nunca te anhelaré. Prometo no soñarte, ni esperarte. No te miraré de lejos. Cerraré los ojos al besarnos para ignorarte. No reiré contigo, ni por ti, ni para ti. No perdonarte, ni juzgarte. Me juro, en la vida, necesitarte. Me prometo construir un futuro feliz en tu ausencia. Me prometo un todo. ¡Qué bueno que tengo palabra de niña!

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