lunes, 11 de enero de 2010

Pesadilla

-Al, Al... Ale...
-Mmm...
-¿Me acompañas al baño?
-¿Ahorita?
-Sí, porfa es que me anda desde hace rato.
-Mmm bueno sí, yo también quiero ir.

Nos levantamos, salimos del cuarto sin hacer ruido para no despertar a mi abuela que dormía en otra cama matrimonal. Llegamos al patio, atravesamos el pasillo, la cocina era de adobe. Primero entró ella sin cerrar por completo la puerta, me estaba platicando algo pero no puse atención, yo estaba recargada en el fogón revisando que no hubiera alacranes. Luego fue mi turno, entraba la luz de la luna por la ventana. Me enjuagué las manos en una cubeta, salí.
Ibamos de regreso en el pasillo hacia el patio cuando de un mueble se abrieron las puertas y cayeron cazuelas y sartenes de peltre.

-Jijijiji... Me espanté.
-¿Qué te pasa? vas a despertar a todos.
-Ayudame a recoger.
-¿Cómo se abrió?
-No sé, se abrió antes de que yo pasara.
-Seguro fue con tu pijama o algo así.
-No porque fue antes de que yo pasara enfrente. Jijijiiji ¡ayudame!
-Mamá cállate... que se van a despertar todos.

Terminamos de poner las cosas en su lugar, seguimos caminando por el pasillo, esta vez yo iba enfrente, cuando de una vitrina salieron volando platos y cubiertos, obviamente grite.
Corrí lo que faltaba del pasillo, en el patio ya hacía mi abuela gritando "¡Marita! ¡Las cosas en el cuarto se mueven!". Todo era obscuro pero gracias a la luz de la luna se alcanzaban a distingüir objetos que eran lanzados a través del aire. De pronto se escucharon más gritos dentro de la casa, en las recámaras del fondo donde se encontraban mis tías y primos, sin embargo no entramos a la casa. Seguíamos evitando los objetos que aterrizaban hasta el fondo del patio cuando escuchamos un grito desgarrador mucho más cerca, en el cuarto de enfrente.

Mi madre y yo corrimos, pero justo en la puerta nos detuvimos. Era el cuarto de mi tía Tita, hermana menor de mi abuela, una mujer gorda, de cabello decolorado, morena clara, con voz aguardentosa, siempre dando órdenes y diciendo groserias, la verdad la mayoría la detestaban, siempre fue mala persona.

Tita se sacudía violentamente sobre su cama, envuelta en las cobijas. Luego se elevó medio metro sobre la cama y fue azotada contra ella y en seguida se repitió una y otra y otra vez con más rapidez. Cuando caía apenas pasaba un segundo cuando ya estaba en el aire de nuevo, había cosas como fotos y velas girando en el techo. Lo peor era lo que ella parecía cantar con su voz ronca, fuerte y firme "Salten todas, salten todas, salten todas, salten todas, salten todas..." igual que los brincos sobre su cama, cada vez lo decía más rápido.

Todo era caos, confusión, gritos, obscuridad.

Abrí los ojos y lo primero que pensé fue "Tía Tita está muerta" en el sueño no lo vi, pero hace ya casi dos años que falleció. Me senté, estaba sola en mi cuarto, intenté controlar el miedo pero no pude así que llamé a mi papá un par de veces pero nunca contestó, no tuve más opción que quedarme en la cama tratando de sacar de mi cabeza la voz de mi tía diciendo "Salten todas, salten todas, salten todas, salten todas..."


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