domingo, 28 de febrero de 2010

Descontrol - Episodio 1 (Parte I y II)

I
Por fin dejé la pipa de opio a un lado. Me recosté junto a Cali y Clío , desfallecidas en los cojines.
Tenía nauseas pero era mayor el placer de la somnolencia; desprovista de lucidéz, en el fondo había un solo de bajo arrullándome, engatusando mis sueños. Ignoro el tiempo que pasamos tumbadas, hasta que Clío habló: Es tarde chicas, tenemos que arreglarnos. Nos espera una gran noche.

Tambaleándonos salimos de aquel nido de drogadictos, tratando de vernos lo más incorporadas posibles nos encaminamos al departamento de Cali. (Oh Yeah!)

II
Mientras Cali abría la puerta de su departamento, miré hacia las puertas vecinas, en el número 701 había alguien mirándonos a través del picaporte, me acerqué para verificar, me incliné, ahí estaba... un ojo miel nos observaba, antes de alejarme puse mi chicle en el agujero para que no viera más.

Cali nos hizo pasar, primero había que caminar un pasillo largo y estrecho, cuyas paredes estaban pintadas, mitad inferior roja y mitad superior nacarada; sobre la división colgaban cuadros pequeños con dibujos abstractos. Casi al final de dicho pasillo, de lado izquierdo estaba la puerta de la cocina, terminando estaba la sala.

Alfombra esponjada, mitad morada, mitad roja. Los sillones eran aterciopelados de diferentes colores y encajaban unos con otros si los unían, cual rompecabezas para sentarse. Había un sillón apartado que no era parte del juego. Negro, cóncavo, en las esquinas tenía unos aros de plástico rojo. Cali advirtió lo que era:
-¿Te gusta?
-No sé...
-¿Qué utilidad le encuentras?
-Estoy segura que es un sillón, pero me parece más bien un cenicero gigante.
-Sí, es un sillón de dos plazas.
-Ahí no caben dos personas, al menos no que estén cómodos.
-Jajaja, no es para estar meramente sentados y cómodos, los aros son para sujetar las piernas, ese lado es para el hombre y aquel para una mujer, o un hombre gay. El pelvis de uno, va encima del otro. No es para sentarse a descansar, es para el coito.
-Ya entiendo, tiene lógica, pero me parece más un cenicero gigante.

Reímos. Nos apartamos; Clío bailaba frente a un espejo enorme con forma de luna menguante. (Some people say my love cannot be true, please believe me, my love, and I'll show you, I will give you those things you thought unreal, The sun, the moon, the stars all bear my seal)

1 comentario:

  1. Felicidades Ale, está muy interesante.
    Parece un clip de Almodóvar, con muchos colores.
    Saludos, Enrique Lanz

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